viernes, 4 de septiembre de 2009

El cristianismo en el Siglo XIX.

La estructuración de las comunidades cristianas durante el Siglo XIX lmuestra una organzización muy libre, con predicación y creencias bastante diversas, tanto en las iglesias reformadas como en las protestantes, entre los ortodoxos y en la comunidad anglicana; es excepción únicamente la Iglesia Católica Romana que durante este siglo consolida un centralismo global, con una dogmática rigurosa y detallada: un experimento en la creación de un monopolio bonapartista que la distinguirá hasta el Concilio Vaticano II (1965), a partir del cual, como los otros movimientos cristianos, regresa a un modo más libre, espontáneo y tolerante de vivir la fe, con énfasis no tanto en la verdad (la certidumbre jurídica) como en la caridad y en la compasión.

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